El pasado martes, 12 de julio, pudimos disfrutar de una visita guiada a la exposición <i>Els Català, fotógrafos de un siglo</i>, a cargo de Andreu Català, comisario de la exposición e hijo de Francesc Català-Roca, en el Museo de Historia de Cataluña.

Esta exposición nos permite adentrarnos en el ingente legado de Pere Català y Pic, Francesc Català-Roca y Pere Català i Roca, tres fotógrafos de una misma estirpe y tres máximos exponentes de la fotografía en Cataluña. Sus imágenes no sólo son testigo de los movimientos y corrientes artísticas y culturales que se produjeron a lo largo del siglo XX, sino que también forman parte de la iconografía de la historia de nuestro país.

   

Pere Català y Pic (1889-1971), su hija Maria Àurea (1920-1993) y sus hijos Francesc (1922-1998) y Pere (1923-2009) nacieron en Valls y en 1931 se trasladaron a Barcelona, donde permanecieron hasta el final de sus vidas. Varias circunstancias adversas truncaron los estudios de los tres fotógrafos, pero su talante inquieto y el afán de conocimiento forjaron una formación autodidacta. Trabajaron incansablemente y el azar llevó a los tres fotógrafos a ser testigos o, incluso, protagonistas de algunos de los hechos y de los hitos más relevantes de la historia y la cultura catalanas del siglo XX. Maria Àurea Català, formada en la Lonja, participó, como retocadora, en la aventura fotográfica junto al padre y los hermanos.