Después de la presentación de María de los Santos García Felguera, Asensio Martínez Jódar nos habló de la figura de Juan Almagro Roca, y su obra fotográfica en la Murcia de la segunda mitad del siglo XIX. Juan Almagro Roca (Murcia 1837 – 1899) fue una de las figuras más influyentes del panorama fotográfico de la provincia de Murcia del siglo XIX. Fue una figura polifacética a la que podemos atribuir distintos calificativos: sacerdote, liberal, fotógrafo y masón. Adjetivos aparentemente contradictorios, pero que pueden ser entendidos y conciliados en el contexto de la situación social y política vivida durante el Sexenio Democrático y la posterior Restauración Borbónica.
Formado en la tradición de la “carta de visite” de la mano de Julio Torres Vivancos, Juan Almagro se convirtió, a mediados de la década de 1870, en el retratista más destacado de Murcia. Su estudio no tuvo rival en este campo, legándonos una elevadísima producción en la que dejó muestra de su gran calidad técnica y estética. Pero éste no fue el único género cultivado por Almagro. Las vistas urbanas que tomó de Murcia y sus alrededores nos trasladan a una ciudad en pleno proceso de modernización captada desde una óptica romántica. Esta mirada estuvo muy influenciada por el movimiento regionalista, que reivindicaba las tradiciones populares y el amor a la patria chica a través de diferentes producciones culturales. En esta tendencia se pueden incluir también los numerosos retratos populares de hortelanos de Murcia y la colección de reproducciones de escultura religiosa, que constituye un auténtico catálogo visual y sistemático de las mejores tallas existentes entonces en Murcia, pero quizás uno de sus trabajos más singulares lo constituye su reportaje sobre la Riada de Santa Teresa, realizado a finales de 1879 para inmortalizar la catástrofe humanitaria vivida en la huerta de Murcia a raíz de este suceso.
A continuación se suscitó un diálogo muy interesante sobre la relación entre grabado y fotografía.